El arquitecto japonés Tadao Ando (1941) sostiene que la arquitectura debe ser el resultado de un encuentro entre el razonamiento lógico y la creación que resulta del uso de los sentidos.

Su pensamiento está basado en la construcción con formas geométricas simples que, con el uso de la luz y los materiales, pueden crear espacios trascendentes.
Hace mucho énfasis en la incorporación de la naturaleza dentro de las construcciones para dejar fuera el caos de las ciudades y crear un espacio de meditación, serenidad y espiritualidad.

“Pienso que la arquitectura se torna interesante cuando se muestra este doble carácter;la máxima simplicidad posible y, a la vez,toda la complejidad de que pueda dotársela".
Tadao Ando considera que el objetivo de todas las religiones es la espiritualidad, que intenta expresar de forma arquitectónica.

Sus creaciones no distraen a la hora de la meditación sino que contribuyen a la introspección.
T. Ando, arquitecto autodidacta, aprendió su oficio a través de la lectura, viajando por África, Europa y Estados Unidos, así como en un minucioso estudio de la arquitectura tradicional japonesa.
Ha recibido numerosos premios y distinciones internacionales, incluído el Pritzker en 1995.
Si bien es uno de los máximos exponentes de la arquitectura de los últimos tiempos, también es un gran defensor del regionalismo, oponiéndose a la invasión indiscriminada de la arquitectura moderna en todas las culturas del mundo.